II Feria del Libro de Alcobendas
Los libros también son abanicos
La II Feria del Libro de Alcobendas la patrocinó una fatigosa ola de calor africano. Sin embargo, los lectores llevaban el aire acondicionado a cuestas. Eso o, simplemente, son imperturbables e irredentos y capaces de soportar cualquier temperatura (menos los 451 ºFahrenheit, claro) con tal de disponer de nuevo alimento.
Tuve la suerte de contar, por segundo año consecutivo, con el amigable techo que me proporcionó la caseta de la librería El Soto. Charo y César no son de los que se arredran por el calor. Quien pasase por el mostrador los vería frescos y atentos, como si el cansancio no fuese con ellos.
Pasamos una tarde sábado estupenda, entre curiosos lectores, algunos incluso futuros lectores. Éxito de ventas, aunque no sé si de crítica. No espero alabanzas fáciles.
Cuando estaba a punto de acabar la tarde y declararse la noche, una extraña tormenta de viento y contadas gotas se levantó, y nosotros hicimos lo mismo. ¡Hasta el año que viene!